El trabajo colaborativo favorece el aprendizaje…

• porque el aprendizaje compartido es más efectivo.
• porque los alumnos se motivan unos a otros y se trabaja más. 
• porque, al complementarse los alumnos con sus diferentes inteligencias, estilos de aprendizaje y capacidades, se produce un mejor resultado.
• porque cuando los alumnos más “adelantados” ayudan a los compañeros más “lentos” también aprenden. Al decir lo que ya se sabe, ayuda a recordar un 70% mejor.

El trabajo colaborativo favorece las habilidades sociales…

• porque, trabajando en grupos variados, los alumnos se conocen mejor e incluso llegan a descubrir nuevos amigos.
• porque en los grupos pequeños algunas personalidades se transforman para bien: Por ejemplo, la gente tímida se crece en los grupos y, sin embargo, lo pasa muy mal en la clase plenaria.
• porque los miembros de un grupo, debido a la compensación grupal, aumentan su nivel de rendimiento al trabajar en grupo con respecto al nivel que tendrían trabajando solos, para compensar carencias en el desarrollo de las tareas y/o de los demás componentes del grupo.

El trabajo colaborativo favorece la gestión del aula…

• porque se gana tiempo. Por ejemplo, en las puestas en común de las presentaciones, no hay que escuchar todas las presentaciones individuales, sino solo las de los grupos.
• porque se reparte el trabajo. En un proyecto común, al final cada participante solo ha hecho una parte, pero ha aprendido todo.
• porque el objetivo de lo que se está aprendiendo o la actividad es más apropiado para trabajar en grupos.