Adolescentes

miércoles 24 de agosto 2016

Reflexionando sobre la enseñanza a los adolescentes...

  • La negociación es siempre preferible a la imposición. En primer lugar si tratamos de imponer, vamos a conseguir con seguridad una mala reacción de los alumnos, sino una revolución en el aula. En segundo lugar, si creemos en la autonomía del aprendizaje, nuestro papel trata de animar a los alumnos a tomar decisiones por sí solos, a que aprendan a aprender, lo que es mejor para ellos. Por eso es tan importante negociar y darles opciones. 
  • Erikson decía que la adolescencia es un periodo donde el mayor desafío trata de la búsqueda de la identidad del yo. Ayudemos a nuestros alumnos, en la medida que podamos, a que se sientan bien en clase, a que marquen sus propias metas y a que encuentren su espacio en nuestras clases.
  • El cerebro de los adolescentes es muy emocional por lo que a veces en un momento determinado razonar com ellos es difícil. Evitemos las confrontaciones y tratemos de entenderles. Detrás de una actuación de mala conducta, se esconde casi siempre un estado de ansiedad o de frustración. Tratemos junto con el alumno/a de averiguar qué es lo que le está pasando.
  • Sabemos el efecto tan importante que tiene el tratar las emociones en clase, trabajar los factores afectivos, pero ¡cuidado! no olvidemos observar las emociones negativas que también afloran continuamente y de las que a veces no nos damos cuenta. El miedo a no saber responder, el sentimiento de rechazo al no ser llamado a participar en los grupos, la vergüenza por un error tonto, el sentimiiento de amenaza por un objetivo que se cree incapaz de conseguir son algunas de las muchas emociones negativas que impregnan a nuestros alumnos en nuestras clases y que impiden en gran manera su aprendizaje. 
  • Lo sabemos también, pero es importante tenerlo siempre presente: Al trabajar con adolescentes, más que nunca el enseñar se convierte en educar. Además de la lengua y la cultura hispanas son muchas otras cosas a las que tenemos que atender en nuestras clases como los valores y los enfoques de aprendizaje. Estamos educando a la globalidad de la persona y no solo a su parte cognitiva.
  • Al planificar la clase y seleccionar las actividades que vamos a realizar, tengamos presentes más a los alumnos y menos a nosotros y los materiales, y después en la ejecución, ya en el aula, sigamos pensando en ellos planteándonos preguntas de este tipo: 

1. ¿Cuál es la razón de escoger esta actividad en este momento?

2. ¿Qué significado tiene esta tarea para los alumnos?

3. ¿Qué aprenden con esta tarea?

4. ¿Cómo puedo motivarlos para que quieran realizar la actividad?

5. ¿Cómo sé que están dispuestos y preparados en este preciso momento para realizar esta tarea?