El término dinámica de grupos apareció en Estados Unidos en los años cincuenta referido a la sociología y psicología; de hecho se le atribuye a Kurt Lewin, un psicólogo nacionalizado americano. Cuando utilizamos el término “dinámica de grupos” conectado a nuestras clases de lengua podemos decir que es la manera en la que el profesor y los alumnos trabajan juntos en las clases, su distribución y posición en el aula y la forma de agruparse y trabajar juntos o de forma individual. En lugar del término “dinámica de grupos” a veces se utiliza también, aunque es menos preciso “ el trabajo en grupos”.

1. ¿Por qué la formación y gestión de grupos?

Según Vigotsky, el gran psicólogo ruso, en el proceso de aprendizaje hay dos niveles de desarrollo: lo que se sabe y lo que se puede llegar a saber. Él consideraba que el aprendizaje es un proceso social y que el verdadero aprendizaje ocurre cuando se puede compartir, cuando se interactúa no sólo con el profesor sino también con los compañeros que también están aprendiendo la lengua. Se trata de utilizar la sinergia, el hecho de aprender todos juntos ayudándonos unos a otros.

El cambiar a los alumnos de dinámica tiene también una explicación biológica. Si nos sentamos demasiado tiempo, la sangre no circula bien y se deposita en la parte más baja del cuerpo. Moviéndonos, hacemos que circule de nuevo. En un sólo minuto de movimiento conseguimos un 15% más de sangre en nuestro cerebro. En la dinámica de grupos se tiene que conseguir que los alumnos cada cierto tiempo se levanten y desplacen por la clase para volverse a reorganizar.

En el trabajo en grupos normalmente el componente emocional se desarrolla también de una forma más intensa durante el trabajo en común. Este componente es de gran importancia para conseguir un buen aprendizaje.

El trabajo en grupos proporciona un espacio más propicio para conseguir atender a las diferentes formas de aprender. Sabemos que las personas tienen diferentes inteligencias, diferentes estilos y tipos de aprendizaje, al trabajar en grupos nos ayudamos unos a otros porque cada uno aporta sus diferentes perspectivas y capacidades. Al mismo tiempo los aprendientes tienen más oportunidades de adaptar lo que se está trabajando a su forma personal de aprender.

2. ¿Qué posición puede/debe tener el profesor/a y los alumnos en clase?

Vamos a estudiar estas posiciones más detenidamente:

A. El profesor está al frente de la clase de pie o sentado y los alumnos forman el grupo en pleno.
Aquí el profesor es el centro de atención y es muy importante que todos le oigan y vean bien. A veces el profesor está hablando, otras (las menos desgraciadamente!!!) está en silencio y los alumnos trabajan en el grupo grande pero de forma individual. En estos momentos suele tratarse de una tarea para la que los alumnos necesitan concentración y silencio. Esto puede ocurrir entre otros casos:

Al principio de la clase para
•    saludar a los alumnos
•    tratar temas administrativos e informativos
•    contarles lo que se ha planeado para esa clase
•    darles las instrucciones para la primera actividad

Durante la clase cuando
•    se cambia de actividad para hacer comentarios.
•    se dan instrucciones para la próxima actividad.
•    se hacen aclaraciones o se dan explicaciones.
•    los alumnos están leyendo textos en silencio.
•    tiene lugar una prueba evaluativa.
•    escuchan y/o ven un material audiovisual.

Al final de la clase para
•    resumir lo que se ha trabajado y ver si se han cumplido los objetivos.
•    escuchar los comentarios en una puesta en común
•    determinar los deberes
•    despedirse


B. Los alumnos están sentados en parejas y el profesor/a se mueve por la clase:

Los alumnos están sentados en parejas para cualquier tarea en la que tengan que producir “algo” donde el estar haciéndolo en compañía de otra persona les da seguridad o les presta ayuda. Pueden estar realizando actividades del tipo: una lluvia de ideas, un ejercicio del libro, una tarea de interacción oral, un vacío de información, etc.
         
El papel del profesor al trabajar los alumnos en parejas es principalmente ir comprobando que todos los alumnos han entendido las instrucciones, ayudar a aquellos que necesitan más atención, dar ideas para los más avanzados de cómo poder seguir trabajando en la tarea a un nivel superior.


C. Los alumnos están trabajando en grupos y el profesor se mueve por la clase:

Están haciendo actividades del tipo: un debate, la confección de un folleto o póster, un juego de roles, etc. El profesor procura convertirse en una ayuda y no en un elemento no deseado. Hay que tener cuidado al aproximarnos, nunca imponer nuestra presencia controladora sino demostrar con el lenguaje corporal que queremos ayudar. En seguida veremos cuándo no nos necesitan.

Podemos aprovechar cuando los alumnos están trabajando solos para acercarnos a nuestra mesa, hacer una pequeña pausa mientras comprobamos  el plan de clase, si se nos ha olvidado algo, cuánto tiempo nos queda, preparar, si es necesario, el equipo para la siguiente actividad. Esto nos ahorrará mucho estrés posterior porque cuando hacemos todos estos preparativos mientras nos están mirando todos los alumnos nos ponemos muy nerviosos. Si haciéndolo solos, descubrimos que nos hemos equivocado de disco compacto o que el DVD no es compatible, buscamos otra solución y ya está.

D.    El profesor está sentado/ de pie/ quieto/ moviéndose
 

• Un profesor sentado es más receptivo, impone menos.  Si los alumnos ponen algo en común, escucha pero no es el centro de atención.

• Un profesor está de pie cuando quiere la atención. Tiene que estar colocado de tal forma que todos los alumnos le vean bien pero que también abarque con su campo visual a todos, mirarles uno por uno, estudiar sus caras y decirles indirectamente, estoy aquí y cada uno de vosotros es importante para mí.

• Si se mueve al estar de pie es porque se quiere demostrar algo con la mímica o porque se tiene que dirigir a determinados puntos en el aula, Distrae y cansa mucho estar mirando y escuchando a una persona que no para de moverse.

• Cuando los alumnos están trabajando en parejas o grupos también conviene alejarse y observarlos. Se aprende mucho en estos momentos del papel que representa cada alumno dentro del grupo. Se ve a los que estamos siempre en el foco de atención, nos perdemos muchas cosas.

3. ¿Favorece el trabajo en grupos al aprendizaje de la lengua meta?

Es muy importante que los profesores seamos conscientes de la lengua que empleamos en clase. La enseñanza de lenguas extranjera son las únicas asignaturas donde el objetivo es también el medio de la enseñanza. Muchos son los puntos a tratar en este apartado y aquí nos queremos concentrar en los dos que afectan más a la dinámica de grupos.

Los profesores tienen que tener varias cosas en cuenta:

1. La cantidad de tiempo que los profesores pasamos hablando. Los alumnos tienen que hablar para aprender a hablar y nosotros tenemos que ser conscientes de que cada minuto que nosotros hablamos hacemos que el alumno pierda esa oportunidad. Si pensamos que este es uno de nuestros posibles problemas y queremos reducir la cantidad, una solución es grabarnos durante la clase y después al escucharlo preguntarnos: ¿por qué estaba hablando en cada momento? ¿Cómo podía haber hecho para que mis alumnos hubieran hablado más?

Cuando se trabaja en grupos en clase la cantidad de tiempo que el profesor habla se reduce inmediatamente. Ahora son los alumnos los que deben hablar, y lo hacen, pero muchas veces no en la lengua meta, lo que nos lleva al segundo punto.

2. La cantidad de tiempo que pasa cada alumno hablando. Si el trabajo que se está haciendo en el grupo es exclusivamente oral, por ejemplo una discusión, un debate o un juego de roles, y queremos que los alumnos hablen por igual, que no haya un control de dos o tres alumnos mientras que los demás no dicen nada, una estrategia que podemos utilizar es la siguiente: Colocamos un montón de papelitos en el centro de la mesa (pueden ser bolitas o caramelos también). Cada vez que un alumno interviene en la actividad con un comentario, coge uno de estos papelitos de encima de la mesa. Ellos saben que tienen que tener, digamos, cinco cada uno, así que cuando tengan ese número tienen que dejar de intervenir para que lo hagan los demás. También se puede hacer en la dirección contraria, es decir, cada alumno tiene cinco papeles y cada vez que  interviene coloca uno en el centro de la mesa, hasta que ya no se tengan más.

Y no sólo se trata de equiparar el número de intervenciones que se realizan sino que también es importante la duración de la intervención. Cuando sea necesario que esta duración esté controlada se puede poner un reloj en el centro de la mesa para que los alumnos aprendan a controlar sus intervenciones y la duración de lo hablado.  Los alumnos con o sin el profesor estiman el tiempo permitido. El alumno tiene que estar hablando hasta que suene el reloj dando paso así a la siguiente persona.

3. El uso de la lengua materna.

Creemos que en la clase de español el profesor y los alumnos deben utilizar la lengua meta tanto como sea posible porque para un aprendizaje efectivo el aprendiente tiene que estar expuesto a la lengua meta lo más posible. Por supuesto que hay excepciones y a veces utilizaremos su lengua (o la lengua acordada para todos) como un recurso más, pero siempre conscientes del peligro que conlleva su utilización.

Una de las mayores preocupaciones de los profesores es que cuando los alumnos trabajan en grupos (principalmente en los grupos monolingües) los alumnos se pasan a su lengua materna, lo que muchos consideran una pérdida de tiempo en un aprendizaje de lengua extranjera. Hay varios puntos a considerar:

a. Como declara Bolitho, famoso profesor de lenguas“en algunos momentos de la enseñanza de idiomas uno tiene que permitirle a los estudiantes decir lo que quieren decir, y si van a hacer eso, uno va a tener que permitirles usar su idioma materno en algunas ocasiones”.  Si los alumnos en este momento están realizando una tarea con otro objetivo que no sea explícitamente la producción oral, quizás en algunos momentos podamos permitir el uso de la lengua materna.

b. Por otra parte el permitir utilizar la lengua materna en los grupos conlleva un gran peligro y es que se convierta en una costumbre y los alumnos dejen de hacer un esfuerzo por utilizar la lengua meta.

c. No se puede “forzar” a los alumnos sino que hay que convencerlos y motivarlos. Y como dice Daniel Pink, el escritor americano, la motivación que cuenta es la motivación interna. Tienen que hablar español no porque lo dice el profesor o porque les puede pillar y bajar un punto sino porque están convencidos de que si quieren aprender a hablar español lo tienen que hacer.

4. ¿Qué aporta la tecnología al trabajo en grupo?

La tecnología es una excelente ayuda en el trabajo cooperativo. Hoy en día gracias a las redes sociales los alumnos pueden estar trabajando en grupos fuera del aula. Ya se pueden hacer incluso los deberes en grupos. Muchos son los recursos con los que contamos. Aquí van algunos:

-       Mind Meister : Un programa para trabajar al mismo tiempo en un proyecto común sin tener que estar juntos.

-       Blogs y Foros: La clase de español puede crear un blog en el que cada participante del grupo puede participar.

-       La Plataforma Moodle y por supuesto podemos crear nuestros grupos participando en Facebook, Twitter o chateando en            Skype.